MAMÁS QUE SE RETAN AL EMPRENDIMIENTO

Iván Solorzano

Marketer Educativo

Durante muchos años, el papel de la mujer tuvo una clara y única orientación a la familia y su hogar. El género femenino se dedicaba a cuidar a sus hijos y esposo, así como a mantener al día todos los quehaceres que conlleva un hogar. Las que decidían explorar el mundo de los negocios eran muy escasas.

No obstante, en el siglo XXI, este panorama es totalmente diferente. Mujeres multitarea que atienden a sus hijos, organizan su casa, llevan una vida social activa, se cuidan y, además, deciden montar su propio negocio, son el ejemplo de que si es posible encontrar un equilibrio entre ambas esferas y ser una madre emprendedora por excelencia.

Claro que ser madre y emprendedora requiere de gran inversión de tiempo, dinero e imaginación, siendo, precisamente, esas mismas cosas las que también querrán heredar a sus hijos. No obstante, aunque parezca difícil, no es una misión imposible

El reto de ser madre emprendedora.

El camino del emprendimiento nunca es fácil, pero emprender como madre es mucho más complicado. Sin embargo, serlo no impide que se pueda ser una buena jefa o emprendedora. Cierto es que la maternidad es uno de los trabajos más demandantes emocional y físicamente, pero también es uno de los que más recompensas dan. No obstante, es posible hacer ambas cosas. Es más, el último informe GEM (Global Entrepreneurship Monitor) desvela que el 50% de las personas que planean poner un negocio en los próximos tres años son mujeres.

Puedes comenzar con una idea o proyecto pequeño, pero siempre hazlo con la mente orientada en crecer. No te limites ni pongas la excusa de «ahora que soy madre…». Las limitaciones nos las ponemos uno mismo por lo que puede que, cuando menos te des cuenta, seas la dueña de un buen negocio y sin haber descuidado tu vida familiar y personal.

Por ello, si todavía no lo has hecho, plasma tu proyecto en un plan de negocio. El expresar en un papel lo que quieres vender u ofrecer, los objetivos y estrategias para alcanzarlos, así como la inversión necesaria, ayudarán a que no estés de un lado para otro perdiendo el tiempo.

Por supuesto, compaginar la vida empresarial con la familiar conlleva varios retos. En primer lugar, está el de aprender a administrar el tiempo. Seguro que afirmaras que ser madre de hijos pequeños no te permite tenerlo todo planeado. Alguna vez te llamarán de la escuela para avisarte de que tu hijo tiene una urgencia y tendrás que dejar lo que haces para ir a recogerlo.

No obstante, recuerda que las superheroínas solo existen en los libros y películas. El secreto está en saber planificar, exprimir el tiempo y definir las prioridades. Por ejemplo, prueba a utilizar el mismo calendario para las actividades laborales y familiares y así, a simple vista, podrás organizarte. Y no olvides reservar un tiempo para ti. Cuídate y no dejes de hacer las cosas que te gustan, ya que, si no estás bien contigo misma, no podrás mantener el equilibrio entre el negocio y la vida familiar.

¿Has intentado utilizar las nuevas tecnologías? Estas son un aliado muy útil para hacer el día a día mucho más fácil. Podrás trabajar desde casa mientras el bebé duerme, los niños mantienen su educación a distancia por medio de clases en línea o se entretienen con algún juguete a tu lado. Y si eres de las que todavía hace las cosas a mano, prueba nuevos programas, actualízate, toma cursos en línea o hazte de un buen tutorial, te aseguro que aprender algo nuevo te ayudará a conseguir cada uno de los retos que te propongas.

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